apenas sostenidos por este mundo que nos toma.
El dolor ya convertido en un cuarzo vítreo y negro
descansando sobre un silencio que aún no estalla.
Pero a veces
sólo a veces
tu recuerdo se acomoda y se recuesta en mi cama
y se quema entonces el tiempo
y se incendia el olvido.
Las yemas de mis dedos cogiendo el aire
deseando ir aún mas léjos de la pluma o del envés
queriendo sostener un sueño que ahora me mira fíjo
como si la inconsiencia le hubiera sído arrebatada
en el segundero del algún reloj
o en el espiral humeante de un recuerdo siempre vivo.
-Embriagantes espasmos en extasis expresivo-
Saberme eterna
Quererte mío
Exisitrá ahora la misma sangre reverberando entre las venas.
Existirá ahora?
Me pegunto mientras algo de olvido se remueve y viaja
entre el olor a láudano agazapado
y el glope rojo de éste trago de vino.
Ahí.
en el negro
Aún mi verdad
quiere dos verdades.
Poder morír un día de invierno
sobre tus hojas.