¿Será que no sabemos amar?
Hace días debatía esto con un buen amigo después de muchas cervezas. Nos burlabamos de ese antifaz que siempre predomina en cualquier relación y esa tendencia de repetir ciertas palabras como un mantra hasta que llegan a perder todo sentido y significado.
Siempre he tenido cierta idea en cuanto a que el amor no precisa etiquetar al ser que se ama o se pretende amar bajo concepto de “propiedad de" al igual que si fuera una maleta esperando ser llevada al avión en un aeropuerto.
Creo que el amor puede ser tan complejo como nosotros creemos que lo es o quisieramos que lo sea, pero a la ves es tan sencillo y tan transparente que evade su completa definición (como un hilo contínuo que va mucho más allá de la descripción).
En sustancia podría tratarse de esa pureza que sostiene todas aquéllas cosas que derivan o se desprenden de la unidad y por lo tanto concluiamos que el verdadero amor no exíge nada, todo lo dá.
Por eso creo que aquel que entregadamente ama, es quien se entrega deliberadamente en cuerpo y alma sin importar las etiquetas.
Y solo aquel que puede amar al otro de la misma forma en la que a si mismo se ama es quien sera capáz de respetar su libertad y sus inquietudes sin intentar jamás limitarlo o poseerle. Es quien jamás se detendrá en actitudes postizas o egocentrismos sobrados que suprimen aquélla belleza honesta que habla por si misma, que tiene lenguaje propio.
Y es que el amor es tan puro y tan simple en su esencia que muchas veces cuando se ama pareciera que no se ama y que cuando algo tan grande, tan extenso, se entrega ilimitadamente hacia nosotros, simplemente no logramos comprenderle. Tal vez estemos acostumbrados a vivir "el amor" dentro de cierto sistema, bajo cierta supuesta regla y secuencia lógica y bajo ciertas expectativas, cuando la realidad es que el amor es totalmente surreal (es el cuadrado sin esquinas) es absurdo entonces querer incluirlo dentro de margenes nisiquiera dibujados por nosotros mismos siendo que estos no son mas que patrones aprendidos y repetidos generación tras generación.
Y es por esto mismo que podría ser coherente pensar que cuando se ama violando ese "sistema" ése algo aprendido, ya sea consciente o inconscientemente, la persona a quien se ama podría llegar a asumir todo lo contrario siendo que somos lo que conocemos y si en el archivo de memorias (recuerdo/experiencia) del otro no existe referencia de éste tipo de amor que me gustaría llamarle incondicional, si no existe un precedente automáticamente solo surgirian setimientos contradictorios que tal vez nos harán dudar de algo realmente puro y genuino.
Creo también que puede ser un problema educacional, nos hemos acostumbrados a dár y recibír amor desde el egoísmo y no desde el amor.
Deseamos ser para alguien y que ése alguien sea nuestro, tal vez por que esto le dá un significado a nuestra existencia, a nuestro paso por la vida, creer en el hecho de que uno vive en función de alguien y ese alguien vive en función nuestra.
¿Pero cómo querer sin que nos quieran?
Cómo no desear transformar su vida en tú vida, como amar sin pedir nada a cambio, sin necesitar nada a cambio.
Nos hemos acostumbrado tanto a dar sólo con la certeza de que vamos a recibír,o bien cuando ya intuímos o damos por sentada cierta correspondencia, cuando la verdadera libertad consiste en dar ese salto al vacío, con temor o sin el pero eso sí.. siempre con las manos llenas.
Y es curioso, porque cuando realmente recibimos o damos amor desde el amor pareciera que se trata de un absurdo, de un sin-sentido en donde todo se nos advierte contraproducente.
Y bueno.. sin embargo aunque ese día y justo ahora me detenga a meditar sobre el tema, como yo no estoy y jamás estaré aislada de la memoria colectiva al igual que todos, me quedo insatisfecha con mi reflexión, porque aún mientras escribía estas líneas me preguntaba cuánto tiempo mas me tomaría reconocer que dentro de los margenes de mí realidad (nuestra realidad) ésta idea platónica del amor no es sostenible y se parece más a un completo absurdo.
