En mi sueño te ví
eras tal como debiste haber sido
te acogieron mis manos
tan cansadas de equivocarse.
El dolor como lágrima.
La culpa tan cercana.
Y el miedo de olvidar tus ojos que nunca se abrieron.
-Sobrevinieron-
Los deseos de querer cambiar la lúz de la mañana
por un fuego cualquiera.
Nacer y morir.
Ser Dios
ser sólo .
Consentir el error y asentar con la cabeza.
Ahogar al infinito en un mar finito.
Cerrar la puerta
y esconder la lláve
para que el dolor no le encuentre jamás.
Siempre dejaré encendida una luz
que me anuncie tu regreso
Y será mi corazón tus ojos
que contemplarán sin juzgar el mundo
que he dejado para ti.
09/04/09.