jueves, 20 de marzo de 2008

Buscando Eutimia.

Sentada en este divan,
te observo a la deriva,
pasmarias a la tranquilidad
si a mis cansados ojos le fuéras nítida,
Sólo eres sombra vestida de espanto,
solo eres la sombra del cuerpo amante
que te aclamó piedad.
No tengo ya fuerzas para recordarte
a ti que danzabas sobre fuego y agua,
olvide el momento en el que flotabas
como hada de plata sobre mi piel adormecida
y me seducías con aquella perversa sonrrisa
para hundir en mi piel aquellas espinas invisibles
de sueños soterrados.
Mientras la calma me tóma y me lláma,
abrazo, sujéto algun recuedo y me refúgio en tu Luz,
en el ténue destello que a mi ser irradias.
Solo eres la Esencia
en una silueta invisible,
Solo eres la Músa,
eras mi tentación insoportable
y me salvabas de mi misma.
Hoy prefiero olvidar como te mentías,
como me incitabas a odiarte a tí,
princesa de visiones.
Y sin embargo, te necesito,
y te aguardo por que te puedo ver
cuándo no puedo verte.
Y me asechas ardiente y posesiva, Tú,
invitante, mas no puedo tenerte.
Pareces inexistente,
pero se que estas esperandome, omnipresente;
para abrazarme con tus ojos fríos
llenos de resplandeciente penumbra
que dejas caer como un velo oscuro sobre mis manos vacías,
que se aferran a tu silueta, a tu inestable presencia,
pero te alejas,
me déjas,
y me quedo tan ausente como cuando no existías..

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