Es el intento de toda acción, el mayor acto potencial de fé
pues el alberga en su clímax el mayor de los biénes
ó el mas grande de los máles.
Es saltar al vacío cón temor o sin él
es mirar detenidamente una moneda a su suerte en el aire
mientras todas las posibilidades dánzan en una realidad mutáble.
Por eso hoy me atrévo a ceder
frente a esta Ley cambiante
A no esperar nada que me aturda o que me agrávie.
Hóy acepto y mis manos lléno, a la ves que voy soltándo
Y así, tan Tranquila
sin quietud o inquietud
El mundo láte dulcemente en mi pecho.
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