jueves, 5 de marzo de 2009

Azul

Para que el silencio del alba
nazca en su mar con el verano
Ella pregunta al cielo un pedazo
El, no volverá a recordar.
La vela de los ojos desea el fuego, desea al hombre,
desea el castigo
nacer dátil y oliva
descalza en su jardín de rosas
y acelgas de hierro.
Habitar el viento del aliento en su pecho.
Apretar su mano en el aroma de la noche .
Un puente en el centro del cielo,
miradas que se cruzan, ojos de luz y de amaneceres.
Entre las raíces dolientes sabe el tiempo infatigable
que todo el cuerpo te respira.
Del centro a los extremos
compás con que aman los matemáticos.
Cambia el recuerdo
de todas las formas, de todas las cosas,
de ésta vida que duele cuando cierra su sentido de río circular
fluyendo en el golpe rojo de la memoria.
Secreto que se auto inmola en los labios.
Y a las grietas de mis dedos..
Cuántas células tuyas le son aún desconocidas?
cuántas bocas he besado en tu boca
células muertas jamás conocidas
células por conocer
saber del cuerpo del otro
saberse uno
saberse en el otro como sombra
como reflejo
como recuerdo
como memoria.

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