viernes, 31 de julio de 2009

El centro es tuyo.




Perfilar el tiempo con una manecilla

para vivír despacio

para vivír deprisa.

La suerte como balanza

entre el deseo raudo

de las manos en donde cabe el porvenir,

mísmo que tu puño cifra y tempera.

La vida, la virtud

-el espejo enmascarado en esencia-

Se miran latido

desnudando el filo

de la hoja de Cronos.

Una respuesta se convierte en ecuación

en cada una de las adivinanzas de la noche.

Y para la mirada de los otros

convergen las yemas de los que dudan.

El ir y venir constante, el cánto del grillo.

El rincón que deja de ser olvído

cuando se descubre memória

en el atardecer que no se duele de tu vida.

Sensación, que en movimiento constante

inhalas el aquí y el ahora.

Entregate nube al viento.

Traza un cerco en la hoja.

El centro es tuyo.

2 comentarios:

ruben dijo...

Hérmetico poema, de belleza oculta.Todo medido y eterno.Poema que hay que volver a leer pero ya por detrás de las palabras.Un placer leerte
Besos

Anónimo dijo...

me gusto mucho la frase de "el espejo enmascarado en esencia" =)