martes, 19 de febrero de 2008

Avientame

Serena espera su caída
Mientras se mece entre tierra y aire
Deletrea su nombre adormecida
Llama de sus días y sol de cobre.

Respira su vida y exhala sus sueños
Mientras memorisa cada línea de su palma
Cubre su presente con el pasado de todos
Y vuelve al mismo entorno que la llama.

Dónde paredes húmedas cifran
La nostalgia adecuada
Cueva contigo, crin liberada
Junto a todas las palabras que se afirman.

Recorre los caminos de su ironía descalza
De la noche ausente que miro en la lúz
No perdio su nombre pero dejó en lo alto
La esperanza que elevo al pie de la luna.

Ojos fijos, o de la mirada que se pierde..
Entre la forma nívea de una sola nube
Todo césa bajo un espiritu que arde.

Siente el silencio que envuelve al oído
Mas le eriza la piel el saberse presa
Falacia misma le roba la sonrrisa
Y regresa al mismo sueño del que se ha caído.

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